(*) Entrevistada publicada en la web de Radio Universidad de Chile
El dirigente gremial defiende la licencia médica como derecho social pero rechaza su abuso: "Condenamos a quienes hacen mal uso". Con décadas de trayectoria en la lucha gremial, critica la desatención histórica a la salud pública.
Ricardo Ruiz Escalona es el presidente nacional de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud de Chile Unitaria (Fenats Unitaria), un gremio que agrupa a unos veinte mil trabajadores de la salud pública, entre auxiliares, administrativos, técnicos y profesionales. La FENATS Unitaria representa a quienes trabajan en la salud pública centralizada y busca defender sus derechos y condiciones laborales.
Ruiz, además de su rol sindical, tiene una larga trayectoria como dirigente político y social. “Yo no soy de Santiago, yo soy de Coronel, pero vine a Santiago hace mucho tiempo, soy del sur también, creo que el sindicalismo, mi rol es tratar de mejorar las condiciones económicas, mejorar las condiciones de salud y sobre todo defender la salud pública en Chile”, dice para destacar sus décadas dedicadas a la lucha gremial.
“He sido el líder natural de este gremio, ya que lo formé junto a otros compañeros que se encuentran jubilados y yo todavía estoy trabajando. Formamos la Fenats Unitaria porque creemos en la defensa de la salud pública, que el sindicalismo es importante en la democracia y que hay que mejorar la atención en beneficio de los usuarios y de los pacientes que tenemos”, agregó.
— Con respecto al polémico tema de las licencias médicas. ¿Usted considera que existen vacíos en los controles institucionales que han permitido el mal uso de este derecho en el sector público?
Creemos tajantemente que para que un país como Chile, que es subdesarrollado, tenga un buen índice de calidad de vida y avance, son necesarias las licencias médicas, pero por otro lado tenemos que ser buenos funcionarios, buenos trabajadores y eficientes. En Chile en general hemos ido perdiendo valor de honestidad, de probidad, de transparencia, porque es un sistema que no tiene buenos controles, que da hartos derechos, pero no da muchos deberes. Defendemos la licencia médica porque es un factor de la seguridad social en Chile, y es de vital importancia para todos los trabajadores, pero como gremio condenamos absolutamente a aquellos que han hecho mal uso de la licencia.
— ¿Cómo gremio han tomado decisiones que pudiesen influir en estas situaciones?
Cuando hicimos la declaración pública que salió casi en todos los medios de comunicación, como CNN, La Tercera, The Clinic, entre otros, yo creo que fue importante para nosotros porque creemos que fuimos el primer gremio que planteamos un absoluto rechazo a esa actitud, porque para defender el Estado hay que tener un buen Estado. Y la otra de las medidas que tomamos es que llamamos a que el gobierno genere una mesa de trabajo sobre los gremios respecto a las licencias médicas y hoy tenemos una mesa de trabajo sobre la licencia médica con la Dipres y servicio civil para buscar mecanismos que solucionen este problema. El primer mecanismo que ya se hizo va a ser un instructivo para que se forme un comité de ausentismo en todos los y se evalúe el que está con licencia cómo se recupera la salud para que vuelva a trabajar y el que estaba haciendo abuso sea sancionado. Eso ya hoy día está en trámite. Soy parte de la mesa del sector público, tuvimos una reunión con el Ministerio de Hacienda y el gobierno y donde la Fenats Unitaria ha jugado un rol importante para hacer creíble la función pública.
— ¿Y con respecto a eso, el gobierno actual se ha mostrado colaborador con las ideas que presenta la Fenats Unitaria?
De partida, los primeros responsables son los directores de los hospitales después creemos que los directores de servicios y el ministerio, que no han sido claros en la defensa del derecho a la enfermedad y no al abuso de la enfermedad. Y el gobierno, el Ministerio de Salud ha estado débil en esa postura, algo que venimos planteando hace mínimo tres años como Fenats Unitaria, porque todo fuera privado ¿cierto? Algunos creen que esta sociedad debe ser privada y yo creo que así no debe ser porque el Estado es el mejor agente para que un país como Chile se desarrolle. Es por esto por lo que queremos defender al Estado, pero también somos exigentes que el gobierno debe también tener mejores controles para que tú como funcionario público cumplas bien tus funciones y ahí hemos sido claros.
— Con respecto al tema de la percepción pública. ¿Cree que hay una campaña de desprestigio contra el sector o también hay una autocrítica pendiente desde adentro?
Yo no creo que haya una campaña, lo que realmente hay es un escenario político sumamente polarizado entre dos extremos, el primero, un sector que quiere privilegiar todo y un sector que quiere que todo sea estatal, para hacer un poco de historia, en el gobierno democrático de Salvador Allende, ya se planteaba que había que cuidar el Estado y por lo tanto somos el heredero de un Estado que sea eficiente y sea mejor, no contra lo que es privado.
— Y en Chile ¿cuál es el valor de la vida?
Es inconmensurable, no tiene valor la vida porque cuando uno está enfermo, lo único que quiere es salvarse, nadie quiere morir, es ahí cuando uno gasta hasta lo que no tiene por sobrevivir, es por eso por lo que la salud pública es importante y es por eso que nosotros creemos en Chile hay que fortalecer la salud pública y para lograr fortalecerla hay que tener buenos controles, ser eficiente, que paguen un mejor sueldo a aquellos que si hacen bien su trabajo. Estoy convencido de que hay sectores interesados en instalar esa percepción de que en el Estado hay privilegios o impunidad. De hecho, compartimos que la Contraloría hizo bien en dejar en evidencia estas situaciones, pero creo que esto debió haberse hecho mucho antes, al menos un par de años atrás. Lamentablemente así funciona Chile, los problemas se enfrentan recién cuando ya no dan para más.
— ¿Cree que la ciudadanía no valora al Estado?
Es cierto que hoy hay una lucha dura contra los funcionarios públicos, pero creo que la ciudadanía, en el fondo, valora al Estado y a la función pública, creen que sí es importante la defensa de la salud pública, sí es importante la función pública, por ejemplo durante la pandemia, por ejemplo, se aplaudió el trabajo de los funcionarios de la salud, lo que sucede es que algunos medios de comunicación, sobre todo los más populistas y demagógicos, prefieren destacar el conflicto antes que la solución y promueven la idea de que chile está en caos, pero nosotros creemos que sucede todo lo contrario, el hecho de que podamos tener este tipo de conversaciones demuestra que hay un ánimo de buscar soluciones y no solo de quedarse en el conflicto. Sin duda hay quienes quieren sacar provecho personal, eso siempre ha existido, pero la mayoría de la ciudadanía quiere que, si hay delitos o abusos, se sancione a los responsables.
— ¿Cree que esta situación es consecuencia de que el sector público, como la salud, educación u otras áreas ha estado abandonado o desatendido durante años?
Me situó en ese escenario de que los conflictos son oportunidades de hacerlo mejor y después de una crisis uno tiene que sacar experiencias para no volver a equivocarse, entonces esto efectivamente esta es una oportunidad interesante que tenemos como país para volver a recrear el Estado, Los conflictos deben ser una forma de aprender y mejorar, y esto puede ayudarnos a repensar el rol del Estado. En países como los europeos, el Estado es fuerte; y aunque en Chile se ha debilitado, deberíamos aspirar a un modelo de socialdemocracia, con un Estado que proteja la salud, la educación y la seguridad. No se trata de caer en los extremos del socialismo ni del neoliberalismo, sino de construir un Estado capaz de garantizar derechos y apoyar el desarrollo de la sociedad.
— ¿Cómo piensa que debiese ser el Estado?
Yo apunto a un Estado fuerte donde tengamos control en seguridad donde darle más herramientas a la fuerza de orden que se fortalezca y también por otro lado cuidar las universidades que son estatales porque creo que lo único que hace posible que el Estado entregue mejores elementos a una sociedad por lo tanto yo lo veo esperanzador dentro de este caos básicamente que se proteja el sector público de cierta manera sin tener que llegar a un punto muy extremo.
— Mencionó que antes, durante y después de la pandemia los trabajadores de la salud pública han estado sobrecargados laboralmente. ¿Cree que el estrés laboral puede influir en las decisiones de los trabajadores? ¿O realmente es un tema más estructural que individual?
Creo que, aunque un pequeño porcentaje (alrededor del 6%) puede haber abusado de las licencias médicas, la mayoría no lo ha hecho. La mayoría de las licencias se concentran en sectores como salud y educación, donde las condiciones laborales son realmente difíciles: en educación, por ejemplo, hay grandes grupos de alumnos por profesor, y en salud, el personal está constantemente expuesto a virus e infecciones, lo que naturalmente genera más enfermedades reales. Es importante destacar que, a diferencia de las fuerzas armadas, que cuentan con hospitales propios para sus funcionarios, los trabajadores de la salud pública no disponen de hospitales exclusivos para su recuperación ¿dónde se recupera el funcionario de la salud que trabaja extensos turnos laborales? Esto complica aún más su situación.
— ¿Cómo cree que el gobierno debería abordar y prevenir el problema del exceso de licencias médicas en el sector salud?
-Si el gobierno quiere realmente ver una solución a este respecto, tenemos que sentarnos a conversar seriamente ¿Dónde tenemos los nudos de conflicto? y ¿Cómo buscamos que no haya tantas licencias? ¿Cómo prevenimos? ¿Cómo cuidamos? ¿Y cómo lo anticipamos a las enfermedades que naturalmente en salud van a ser más que en otras partes? Por otro lado, creo que es fundamental hacer un análisis más detallado para identificar quiénes usan más licencias: si son personas mayores, jóvenes o grupos específicos. También debemos entender los problemas físicos y riesgos a los que están expuestos, como problemas lumbares y musculares, que son comunes en quienes trabajan en salud debido a la naturaleza pesada y riesgosa del trabajo. En definitiva, para enfrentar este problema de ausentismo, se necesita una mirada amplia y seria, que incluya prevención, cuidado y anticipación de las enfermedades propias del sector, así como diálogo para encontrar soluciones efectivas.
— Mencionó el tema de los hospitales para las fuerzas armadas ¿Influye el origen histórico de estos hospitales, especialmente desde la dictadura, en la situación actual de atención y recuperación de los trabajadores de salud pública?
Claro, mira, yo creo que este tema tiene raíces profundas. Durante la dictadura, se fortalecieron mucho las Fuerzas Armadas, pero al mismo tiempo se les quitaron recursos importantes al Estado, especialmente a la salud y la educación, yo fui preso político en esa época.
— ¿Entonces usted conoce de cerca esta situación?
Exacto, vi cómo estas decisiones afectaron a los trabajadores, mi origen es de coronel, la zona minera del carbón donde la lucha de los trabajadores del carbón es importante y creo que el sindicalismo que en los partidos políticos porque el sindicalismo nació antes que estos mismos. Conocí a José Carrasco Tapia, gran periodista que fue asesinado en la dictadura, fui amigo de él y estuvimos presos juntos, yo tuve la posibilidad de estar vivo. No cabe duda de que el tema de los trabajadores es algo bien transversal. Durante la dictadura lo que se hizo fue fortalecer a las Fuerzas Armadas y quitarle recursos al Estado, especialmente en áreas como la salud y la educación. Por eso hoy el debate sobre estos temas es tan importante para el país y para nosotros como Fenats Unitaria. Cuando formamos este gremio, lo hicimos con la idea de tener un discurso serio, sin caer en el populismo ni en la demagogia, diciendo las cosas como son, porque para nosotros eso es clave.
— ¿Es esto un tema que lleva arrastrándose hace muchos años?
Como bien decías, es curioso que los trabajadores de la salud no tengamos un hospital propio, un hospital institucional donde podamos recuperarnos y volver al trabajo. En cambio, las instituciones como las Fuerzas Armadas sí tienen hospitales para atenderse. Entonces nosotros tenemos que depender de otros para que nos atiendan o nos operen, y eso complica todo, es por eso que creemos que todo este tema de las licencias médicas es también una oportunidad. Porque es verdad que había abusos que nadie quería ver, y está bien que eso se descubra. Pero también hemos sido insistentes en que detrás de esto hay un problema social mucho más profundo que viene de hace muchos años y que sigue ahí, encapsulado. No podemos quedarnos solo en mirar lo negativo de las licencias o los abusos, sino que hay que entender que detrás hay explotación, hay segregación, hay marginación, y hay causas reales que explican este proceso.